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Hace unos años, seguramente a raíz de la crisis financiera y el alto precio de los alquileres de despachos y oficinas, surgió la alternativa de los Cowork: Espacios donde profesionales independientes y micro pymes se instalaban para desarrollar sus proyectos.

Esta opción, bastante popular en las grandes ciudades de todo el mundo, tiene ciertas ventajas obvias que la hacen ser una apuesta más que atractiva para todos aquellos emprendedores que no necesitan un escaparate para desarrollar sus modelos de negocio. Estas son algunas de ellas:

  1. Su coste es mucho más reducido que alquilar una oficina propia.
  2. No te tienes que preocupar de la contratación de suministros y otros servicios accesorios como son la luz, agua, Internet, limpieza, seguros, etc…
  3. No necesitas de licencias de apertura del local para iniciar la actividad, ni atender averías, mantenimiento de instalaciones, etc..
  4. En cuestión de horas puedes instalarte y empezar tu actividad. A parte esta opción te aporta una gran flexibilidad sin contratos de larga duración.

Pero sin lugar a dudas, la principal virtud de un cowork que funciona, no esta en la facilidad, rapidez y reducido coste para poner en marcha tu negocio, sino el hecho de que formas parte de una comunidad donde se intercambian ideas, proyectos, conocimientos y lo más importante, todos estos profesionales están dispuestos a colaborar entre sí.

Por este motivo muchos proyectos empresariales que han empezado en coworks, siguen estando ahí, a pesar de disponer de recursos suficientes para alquilar su propia oficina.

Y es que la fiebre del mundo COWORK el el fruto de una «tormenta perfecta», en la que a parte de las ventajas arriba descritas, confluyen las nuevas tendencias a la que van orientadas las profesiones del futuro y como vemos del presente.

La nuevas generaciones prefieren trabajar por su cuenta en trabajos que les aporten flexibilidad y que se pueden hacer desde su casa con un ordenador y un móvil. La «amenaza» del teletrabajo ya nos tenia avisados desde hace tiempo.

Por otro lado las empresas tampoco quieren tener personal fijo y optan por subcontratar o disponer de plantillas flexibles que se adapten a las necesidades del momento.

Estos coworks acaban siendo un nido de ideas, proyectos, startups, colaboraciones y sinergias, muy difíciles de replicar en un entorno cerrado como el de la típica oficina de una empresa. De hecho muchas de esas Pymes vuelven a los coworks cuando se dan cuenta que han perdido su esencia.

Y quien piense que esto es una moda pasajera solo tiene que leer el siguiente artículo en el que sitúa a la empresa neoyorquina de centros de coworking, WeWork, por delante de monstruos como AIRBNB.

Entonces, ¿Deberíamos de hacer las maletas y mudarnos a uno de estos centros cowork?

Si formas parte de un proyecto empresarial de una, dos, tres personas y estas empezando… es más que recomendable que te centres en el Core de tu negocio y SI, te vayas a uno de estos espacios, siempre y cuando no necesites un escaparate a la calle.

Pero si sois muchos empleados y necesitáis una atención al publico constante, lo que debes de hacer es incorporar a tu oficina, local o despacho, este espíritu emprendedor, innovador y colaborativo, en el que las ideas fluyan y muy importante, se favorezca su desarrollo.

Para ello, puedes empezar por hacer que tu centro de trabajo se parezca a estos coworks de espacios abiertos y diáfanos con zonas de reuniones y de descanso, donde apetezca trabajar.

Pero lo más importante, es impulsar modelos de organización interna que favorezcan la colaboración y la generación de ideas innovadoras.